jueves, 24 de abril de 2014

Volvemos al mundo del pedal. 18 de abril.


Route 2.570.292 - powered by www.bikemap.net

Después de una prueba exigente y dura siempre es aconsejable realizar un descanso prolongado, más de lo que inicialmente puede parecer razonable. El cuerpo y también la mente necesitan del reposo, de la calma y de sentirse de nuevo lleno de energía para plantear nuevos objetivos, nuevos desafíos a los que nos vamos a enfrentar, sean sobre ruedas, corriendo, subiendo montañas o lo que sea necesario.

Doce días después de realizar la Media Maratón Villa de Madrid, ya sin ningún dolor en músculos y articulaciones, tenía ansias de hacer algo de deporte. Lo mejor es volver paulatinamente a adquirir el ritmo, las sensaciones que tanto definen el día. Por eso volví al pedal, que es más suave que la carrera, y por eso también decidí realizar un circuito sin excesivos desniveles y todo de asfalto, que siempre facilita el pedaleo.

Por la mañana ya hice una caminata de unos 14 kilómetros, pero eso no me detuvo para salir a pasear la bicicleta. Total, era un recorrido sencillo y relativamente ligero. A las 6h30 ya estaba fuera, vestido con la ropa de verano y disfrutando del aire en la cara. El recorrido fue amable conmigo pero no así el viento, que sin ser abrumador, sí que lo noté en algunos tramos donde me hacía ir bastante más lento del ritmo normal.

Llegué a Villanueva y desde allí lentamente por el aire en contra empecé una ligera subida hasta llegar al puerto de Valdeavero. Bajé pero sin disfrutarlo mucho por esas rachas de aire que me zarandeaban y alcancé Torrejón del Rey. Rodeé la rotonda del Ahorramas y vuelta hacia el puerto de Valdeavero. Subida lenta a pesar de llevar el aire a favor ahora. El puerto, de unos 2 kilómetros, cuando estás fino lo subes genial, pero cuando falta chispa hay que echarle solo un poco de paciencia, porque no es duro en exceso.

Arriba encaré la ligera bajada hacia Villanueva pero ahí sí que lanzado porque el aire me empujaba mucho. Sí que disfruté mucho este tramo, ajustándome al manillar para evitar al máximo la fricción del viento. Atravesé Villanueva siguiendo la bajada hasta Azuqueca, dando todo lo que el desarrollo permite, disfrutando...

En Azuqueca hice un circuito urbano, primero hacia la izquierda en dirección Alovera y luego regresando sobre lo rodado en dirección Meco, para volver a la rotonda inicial y comentar la subida hacia Villanueva. La subida fue casi lo más duro del día, porque es bastante larga y progresiva...pero se hace muy muy larga.

Alcancé Villanueva y ya en el camino a Meco me paré junto al riachuelo que discurre por el camino y fotografié tanto el paisaje como mi bici. La KTM después de pasar por las manos de Carlos para su ajuste y limpieza, quedó nueva. Y digo nueva de verdad...increíble la limpieza en todos los componentes, que me daba la sensación de sacarla de la tienda cuando la compré.




Desde allí hasta casa fue un paseito ya suave para recuperarme del esfuerzo. Excelente salida, y espero de verdad que comience ya a subir en horas, kilómetros e inclinaciones mis entrenamientos.

Datos de la ruta:

Recorrido: Meco - Villanueva de la Torre - Valdeavero - Torrejón del Rey - Valdeavero - Villanueva de la Torre - Azuqueca de Henares - Villanueva de la Torre - Meco.
Distancia: 43,88 km.
Tiempo efectivo: 1h50'
Tiempo total: 18:30 - 20:30
Promedio: 23,81 km/hora.
Desnivel: 270 metros.
Terreno: pista-asfalto (0-100) %.

jueves, 10 de abril de 2014

Media Maratón Villa de Madrid 2014. 6 de abril.


Route 2.549.173 - powered by www.runmap.net

Tenía que pasar, estaba escrito que alguna vez había que correr una Media. Elegir, siempre hay que elegir la mejor de las alternativas, y por eso pensé que había que hacer algo grande en Madrid, con mucha gente y a ser posible rodeado de amigos.

En enero empecé a lanzar el globo sonda a algunos de mis amigos, aquellos que yo pensaba no iban a arrugarse en este reto personal. Porque no hay que olvidarse que es una lucha personal contra el crono, contra ti mismo. Aquí no importa si entras el 3.000 o el 12.000...aquí lo importante es ser capaz de cubrir la distancia, a ser posible sin pararse y al mejor ritmo que el cuerpo te permita. En un primer sondeo los que opinaban a favor fueron muchos, pero al final no todos acudieron a la cita. Seguro que a la próxima ni se lo piensan y se presentan.

Así, los entrenamientos comenzaron en enero. El grupo de amigos nos conectamos todos a la app para móviles Endomondo y ahí creamos un reto para saber quien acumulaba más kilómetros antes de la prueba. Fue emocionante y motivador. De alguna manera así sigues los entrenamientos del resto, aprendes y además, te exiges. En esta faceta fue mi amigo de la infancia Roberto el que acumuló una locura de kms., casi los 300 antes de la prueba. Luego yo que llegué a los 180 y finalmente el tercer cajón fue para César que alcanzó los 115. Al resto ya no les menciono porque no se lo merecen... ;-) al quedarse todos por debajo de los 100 kms., acumulados.

Mis entrenamientos fueron complicados. Yo nunca fui un corredor de fondo, más bien todo lo contrario. De jovencito era de los más rápidos en las pruebas de velocidad, de salto y alguna por el estilo. Pero cuando había que afrontar el famoso kilómetros me quedaba de los intermedios. Sin embargo, con la edad nos vamos haciendo más diesel...perdemos explosividad y se gana en aguante. Antes de comenzar con los entrenamientos para la Media, mis entrenamientos eran de 1 ó 2 sesiones semanales de 6 a 10 kms. En alguna ocasión hice alguna especial de 18 kms., pero para nada son mis distancias habituales esas tan largas. Sin embargo, afrontar un reto de una Media exige acostumbrar al cuerpo y a la mente a distancias más largas y de más tiempo. Lo que podemos resumir en un: "Aprender a sufrir".

Por eso había que plantearse 2 ó 3 salidas semanales de 10 a 16 kms. Y así estuve durante un mes, aprendiendo lo que suponen esas distancias, en la mente, en el físico, en todo. Y todo fue bien hasta que el sobre entrenamiento me llevó a pequeñas lesiones y molestias, que me llevaron a parar durante tres semanas. Pero ese inicio fue bueno, porque pude hacer fondo, llegar hasta los 15 y saber ya dentro de mí que era posible acabar con buen ritmo una Media. A partir del parón obligado, mis salidas fueron más reducidas, más controladas.

El resto de compañeros intentaban todos también probarse en distancias cada vez más largas que conllevara más tiempo de carrera. Todos excepto uno: Roberto. Este chico va por libre en cuanto a lo que se refiere la lógica del cuerpo...Sus entrenamientos eran motivo de risas y aplausos por parte del resto, porque la verdad, es que ha devorado kilómetros como nadie. ¡¡Bravo Roberto!!

Y llegó el día 6 de abril, el marcado en nuestros calendarios. Quedamos en madrugar para así no tener problemas de última hora. Estiramos y calentamos durante media hora, rodeados de miles de personas, todas también con dorsales de la Media y la de 5.000. Una fiesta del deporte increíble en el parque de El Retiro. Quince minutos antes de que dieran las 9 de la mañana nos situamos ya en el punto de salida. Como todo está tan bien organizado, cada cual se podía situar en su cajón más idóneo. Nosotros decidimos estar juntos y salir en el cajón que nos venía más a mano, el de 1h55' Hicimos ese gesto de unión que todos los equipos hacen de juntar las manos antes de un reto y ya estábamos listos para partir.



Comenzó la prueba a las 9h15 pero nosotros, al estar tan retrasados salimos unos 10 minutos más tarde. Muchísima gente delante nuestra que nos obligó a ir zigzagueando continuamente, a casi detenernos en algunos tramos de estrechamientos, a no coger nuestro ritmo real de carrera. Ese fue el mayor problema que yo ahora recuerdo y que para el futuro hay que remediar. Hay que situarse mucho más adelantados para evitar tener tanta gente tapando nuestro ritmo.



Mi carrera, que es la que yo puedo contar fue increíble. Y no solo fueron mis sensaciones, fueron los números los que hablaron. Los números no engañan y al final de la Media conseguí un tiempo medio por kilómetro de 4:50, para terminar en 1h42'00' además de mejorar mi marca de los 10.000 dejándola por debajo de los 46 minutos, o también de correr más de 13 kms en una hora. Son datos que coinciden con mis sensaciones de carrera.

Es cierto que la gente, el resto de participantes, te llevan en volandas por todo el recorrido. Recuerdo que al pasar por las Torres de Plaza de Castilla estaba absurdamente fresco cuando casi había recorrido ya 10 kms. Luego el tramo de aproximación hasta El Retiro fue un continuo sube y baja, con tendencia hacia abajo, pero que en momentos puntuales hacía pupa. Y llegar a El Retiro y bajar por Menéndez Pelayo fue un balón de oxígeno tremendo. El calor me estaba empezando a dañar, sudando como si no hubiera mañana.

Todo fue bien hasta que hubo que encarar la subida a Alfonso XII. Ahí acabó mi camino de rosas y comencé a comer espinas. No tengo palabras para decir lo mal que lo pasé subiendo el primer tramo, corto pero durísimo. Mucha gente se hacía a un lado e intentaba subirlo a pie, con tranquilidad. Yo me resistí y mi corazón lo pagó mucho. Me entró un agobio tremendo. A la altura del Casón del Buen Retiro estaba realmente muerto y no veía la hora de terminar. Puse todo lo que tenía, que ya no era mucho, y conseguí alcanzar meta.

Nos reunimos todos en el punto de encuentro que habíamos fijado de antemano, y ahí nos abrazamos y sonreímos, nos contamos cada una de nuestras historias. Fue una verdadera fiesta a la que os animo a participar a todos.